Este blog presenta, a manera de trabajo final, las reflexiones y aprendizaje personales derivados del curso otoño 2008 "HUMANIZACIÓN EN CONVIVENCIA", bajo el auspicio de Graciela Aguilar Chacón, del Área de Reflexión Universitaria de la Universidad Iberoamericana Puebla.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

GONXHA AGNES BOJAXHIU


(1910-1997)
Madre Teresa de Calcuta

“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”.

La Madre Teresa de Calcuta fue una de esas personas de las que se puede decir que su grandeza se medía de su cabeza hacia el cielo y no del suelo a su cabeza. Una monja de apariencia frágil que guardaba dentro de sí un coraje y una capacidad para el trabajo duro para con los demás digno de admiración, respeto y reconocimiento, por decir lo menos.

A lo largo de su obra humanitaria visitó familias empobrecidas, curó las heridas de los enfermos más desahuciados, cuidó de un sinnúmero de tuberculosos, leprosos, agonizantes, indigentes, niños muriendo de hambre… en sus propias palabras, de “los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba”, siempre en nombre del amor de Jesús. Así fundó la congregación religiosa de las Misioneras de la Caridad, dedicadas a servir a los pobres entre los pobres, comenzando en la India y eventualmente presente en todos los continentes del mundo.

Fue una mujer capaz de reconocer la dignidad humana en cada persona y se entregó por entero a reconfortar al más necesitado. La Madre Teresa mostró el ejemplo de una fe sólida, una verdadera mensajera de esperanza y una caridad extraordinaria. Se convirtió en un ícono de compasión para el mundo, prueba de ello es que en 1979 se le otorgó el Premio Nobel de la Paz.
Es poco lo que se puede decir ante el evidente amor que Teresa de Calcuta dejó en su paso por el mundo. Muchos, si no es que todos, sabemos de la obra de la Madre Teresa. Personalmente, la elijo como el modelo perfecto de SERVICIO al prójimo, de entrega y compromiso, de la acción bondadosa orientada al alivio de los necesitados. Si pienso en la imagen de Teresa de Calcuta me viene a la mente la idea de consumirse en sí mismo por servir; como ella misma lo decía, de dar hasta que duela y cuando duela dar más. Cuando el amor se pone en marcha se convierte en servicio y es por esto que es ese el valor que encuentro en la enseñanza que nos deja la vida y obra de la Madre.

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